Al Cesar lo del Cesar
Una nota difundida por la Alcaldía de Santo Domingo Este sobre la entrega del Multiuso de Bello Campo, completamente remozado, hace alusión de la jurídica del ayuntamiento Belkis Estrella como que «solo» asistió, sin embargo, justo en este tema, hay una historia que coloca los puntos sobre las íes y es posible que sirva de alerta a la propia dirección de comunicaciones sobre la forma de contar las historias en esta ciudad que ha luchado tanto, tan abandonada a su suerte, secuestrados sus espacios comunitarios y públicos por ex-funcionarios y acariciado su mando por actuales.
El multiuso se entrega remozado, pero es el cumplimiento de un presupuesto participativo ganado por esa comunidad cuando la señora Belkis Estrella, hoy, funcionaria del ayuntamiento, era presidente de la Junta de Vecinos y junto a muchos otros lucharon no solo por este tema sino por ejemplo, la necesaria intervención del tema del abasto de agua que hoy al fin, incluso, con nuevas directivas de Juntas de Vecinos, se logra el arreglo final por la CAASD.
Aquellas luchas las protagonizaron Belkis Estrella, Yamairy Herrera, Winston Reynoso, Lic. Rafael Rodriguez, Dr. Rafael Diaz (Lechuga), entre otro gran grupo del vecindario que se empeñaron años para presionar a las autoridades d cada turno por la culminación que hoy se da.
Todo éxito tiene su historia y lo correcto es contarla porqe ha sido incluso exigencia del señor Manuel Jiménez, alcalde, que los comunitarios con sus luchas han sido y son parte del propio ayuntamiento además de ser el motor que reclama, denuncia y presiona a las autoridades a intervenir.
Aun cuando se entiende que hoy los reclamos comunitarios son más escuchados y cuando las condiciones se dan logran la adecuada intervención, es correcto completar la nota dando al Cesar lo que es del Cesar, a los protagonistas de la ciudad su lugar, colocar en un podium las luchas, ver la carrera completa y no solo el champán chorreando arriba del «ganador» pues el sesgo, incluso, el involuntario, termina haciendo daño innecesario y al final, Santo Domingo Este somos todos.
